Fuera del laboratorio, en el aula
Con la mirada puesta en encontrar a alguien que acabe ocupando su lugar en el laboratorio, una química de control de calidad se compromete a conectar a los jóvenes con la ciencia.
Alumnos que participan en una actividad en el aula con voluntarios de Merck.
lunes, 17 de abril de 2023 | 4 min
Un par de investigadores experimentados limpian y ordenan las improvisadas mesas de laboratorio. El laboratorio es acogedor y cálido, con tablones de anuncios vibrantes y pufs. Una avalancha de jóvenes investigadores entra en fila, toma su bata de laboratorio y se pone las gafas de seguridad. Hoy, este aula de tercero de primaria es un laboratorio de ciencias.
Un puñado de empleados de Merck, entre ellos Allison Warn, saludan a los estudiantes y los orientan sobre el experimento del día. Warn, una química senior asociada de control de calidad (QC), siente una profunda pasión por conectar a los jóvenes con la ciencia y se ofrece voluntaria regularmente para las aulas y las bibliotecas locales.
La educación científica es un componente clave de SPARK, programa de voluntariado mundial de Merck, y está en plena exhibición en la escuela de primaria que hay cerca de la planta de Sheboygan Falls en Wisconsin, Estados Unidos. A pesar de todas las características de un trabajo voluntario típico, este día le parece un poco diferente a Warn.
Avivando la curiosidad
Curiosity Labs, uno de los programas bajo el paraguas SPARK, educa e inspira a los alumnos a través de clases prácticas e interactivas de ciencia dirigidas por empleados voluntarios de Merck. Según la American Chemical Society, los estudiantes que participan en programas de educación científica práctica desarrollan habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico, ambos vitales en el proceso de aprendizaje.
“Es el programa que me hubiera gustado tener cuando era niña, pero que no tuve”, dice Warn, que comenzó a trabajar de voluntaria justo cuando se lanzó el programa en 2016.
Los científicos son creativos y curiosos. Ya se trate de un niño pequeño haciendo preguntas incesantes sobre el mundo o de un investigador experimentado diseñando un experimento novedoso, la curiosidad es fundamental para la ciencia. Para los alumnos de tercero de primaria, la actividad del día se centra en torno a los péndulos.
En las últimas clases, estos alumnos aprendieron las leyes del movimiento, por lo que la actividad encaja a la perfección. Si bien en estos jóvenes estudiantes ya no hace eco su aplicación en un reloj de pared, los péndulos son fundamentales para varias aplicaciones, como los sismómetros. Equipados con lápices, trozos de cuerda y un puñado de arandelas, los alumnos fabrican péndulos y experimentan con diferentes configuraciones. Juegan con la fuerza y el movimiento, dando vida a las descripciones de los libros de texto.
Los alumnos observan el balanceo de los péndulos desde sus escritorios para probar hipótesis.
Los alumnos estudian cómo cambia la distancia de oscilación en función de diferentes longitudes de cuerda y arandelas. “Los niños estaban fascinados”, dice Warn. “Ha sido increíble verlo”.
Cuando Warn era joven, realizó muchos experimentos como este. A los dos años, quería ser astronauta y, unos años más tarde, bióloga marina. En secundaria, recibió su primera clase de química y a partir de ahí, no volvió a mirar hacia atrás. Al final ha encontrado su nicho como química de control de calidad, un papel que lleva desempeñando durante más de 15 años.
Mirando más allá de su mesa de trabajo
En su trabajo de control de calidad, Warn analiza y valida los productos antes de enviarlos a los clientes. Su departamento opera en cuatro laboratorios diferentes, llevando a cabo una amplia variedad de pruebas, desde la comprobación de los puntos de fusión hasta la validación de estructuras moleculares con espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN). La mayoría de los químicos de control de calidad se preparan y trabajan en dos de los cuatro laboratorios. Dada la ocupación de Warn, ella trabaja en los cuatro.
Allison se hace un selfie con su hijo durante un evento en el colegio del niño.
“Algún día, las mentes curiosas continuarán donde lo dejé. Ojalá sean tan entusiastas como yo”, dice. “Para ello, hay que demostrarles por qué la ciencia es importante, qué puede hacer por ellos y qué puede hacer por el mundo”.
Ella ya ha conseguido este objetivo. En 2016, Warn introdujo la quimioluminiscencia a un grupo de estudiantes de secundaria y bachillerato. La actividad desmitifica cómo funcionan las barras luminosas y es una de las favoritas de los voluntarios y los alumnos. Ahora, uno de los estudiantes de ese grupo trabaja con Warn en el laboratorio.
De vuelta en el aula de tercero, Warn mira a su alrededor a los alumnos que van desmantelando sus experimentos. Le resulta fácil imaginar a algunos de ellos tomando caminos similares. Los experimentos terminan y los alumnos comparten algunas observaciones. Warn y sus compañeros voluntarios guardan los suministros y se despiden. Un estudiante corre por el laberinto de mesas y rápidamente abraza a Warn.
Este día ha sido diferente de todos los demás porque, este día, ese alumno era su hijo. “¡Gracias, mamá!” le dice, con una sonrisa rebosante.
Quizá siga sus pasos en el laboratorio. Quizá no. Pero, para Warn, y para muchos otros voluntarios, sólo con que uno de los alumnos se quede con una chispa de curiosidad recién descubierta ya vale la pena llevar la educación práctica de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) a los jóvenes.
"Algún día, las mentes curiosas continuarán donde lo dejé. Ojalá sean tan entusiastas como yo.» - Allison Warn
Sobre SPARK
Nuestro compromiso es acelerar el acceso a la salud de todas las personas del mundo al mismo tiempo que también avivamos la curiosidad de la siguiente generación, Propiciamos estos esfuerzos mediante inversiones filantrópicas y mediante la canalización de los diversos talentos, la experiencia y la pasión de nuestros empleados. A través de SPARK, empleados de muy diferentes procedencias profesionales, como químicos, comunicadores, abogados y maquinistas, se ofrecen como voluntarios en sus comunidades. Los empleados colaboran ofreciéndose como voluntarios para actividades científicas prácticas, limpieza de playas y envasado de comidas, entre otras actividades.
A través de Curiosity Labs, Curiosity Labs at Home y el Curiosity Cube, llevamos lecciones prácticas e interactivas de ciencia a estudiantes de todo el mundo. En 2022, a través de SPARK, la compañía llegó a más de 43 000 estudiantes en 532 eventos de 28 países. ¡Los empleados, 1 733 para ser exactos, dedicaron en conjunto 15 358 horas a despertar la curiosidad por la ciencia! Más información
Para seguir leyendo, inicie sesión o cree una cuenta.
¿No tiene una cuenta?