Cultivo de células de mamífero

Excepto para algunos tipos de células sanguíneas, que pueden cultivarse en suspensión, la mayoría de las células procedentes de los tejidos de mamífero requieren adherencia a una superficie para su división y crecimiento apropiados. Las superficies de cultivo celular son suministradas por frascos, placas y filtros de poliestireno o vidrio diseñados para fijación celular. La fijación de las células puede facilitarse mediante el uso de polímeros sintéticos como la poli-D-lisina (PDL) y proteínas de la matriz extracelular como el colágeno que proporciona un marco de fijación para la adhesión.

Técnicas de cultivo de células de mamífero

Se utilizan técnicas asépticas para evitar la contaminación de las células que crecen in vitro. Los cultivos de células de mamífero requieren pases o subcultivos, lo que implica la dilución de las células que han alcanzado confluencia y la sustitución de los medios de cultivo agotados para la salud y la propagación celulares. Para realizar los pases de los cultivos de células adherentes, las células deben ser disociadas de las superficies de cultivo utilizando métodos enzimáticos como la tripsinización o métodos mecánicos, como el raspado antes de la transferencia a los nuevos frascos o placas de cultivo para que se produzca nueva fijación. Los métodos de recuento celular por medio de hemocitómetros y contadores celulares automáticos permiten evaluar la viabilidad celular y ayudan a determinar las densidades de siembra para los pases y las densidades celulares apropiadas para los procesos subsiguientes. Las células cultivadas pueden crioconservarse mediante almacenamiento en nitrógeno líquido, de donde pueden descongelarse reservas de siembra cuando se vuelven a necesitar existencias de trabajo.